Política
martes, 14 de julio de 2015

Cuestionan la línea telefónica 0800 para las escuelas de la Ciudad

El Frente Educativo del Partido Nuevo Encuentro emitió un comunicado

Legislador Jose Cruz Campagnoli   FOTO: LCABA
Legislador Jose Cruz Campagnoli FOTO: LCABA

El Frente Educativo del Partido Nuevo Encuentro mediante un comunicado cuestiona la línea 0800 para las escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Desde la entidad, integrada por el Legislador José Cruz Campagnoli, se afirma que es un número gratuito de esos que se usan para satisfacer clientes y que pueden parecer democratizantes, aunque no siempre lo sean.

buenosairesinforma.com reproduce texto difundido por el Frente Educativo del Partido Nuevo Encuentro:

“El 0800-444-2400, un número gratuito, al alcance de todos… De esos que se usan para satisfacer clientes y que pueden parecer democratizantes, aunque no siempre lo sean.

La semana pasada llegó a las escuelas nuevamente el anuncio de la puesta en funcionamiento de la cuestionada línea telefónica que en agosto del año 2012 fuera frenada por una cautelar de la jueza Liberatori y finalmente levantada en mayo de 2014, haciendo lugar a la apelación del Gobierno de la Ciudad.

Al marcar el número una voz te iba guiando para que pudieras denunciar situaciones como maltrato y bullying, inculcación ideológica, calidad de la enseñanza, infraestructura, inseguridad dentro de las escuelas, entre otros motivos.

Aquel pedido de amparo señalaba como inconstitucional especialmente el ítem que habilita la posibilidad de denuncia por intromisión política. Estas consideraciones fueron desestimadas por no haber situaciones concretas en donde se hubiera procedido así, y por esto sólo se trataba de una presunción, dejando como clara que la única objeción era este ítem.

¿Pero una línea telefónica pensada desde la lógica empresarial más rancia no tiene otros aspectos para ser analizada?

Los que somos docentes vimos a partir de los ‘90, y más allá de los cambios que puedan atribuirse a “transformaciones sociales” de corte macro, cómo las escuelas fueron perdiendo autoridad para resolver problemáticas que hasta ese momento eran abordadas como situaciones pedagógicas.

En los tres primeros niveles del sistema se trabaja con niños, adolescentes y jóvenes que siempre fueron sujetos de la educación, de la posibilidad de cambio, de crecimiento, de maduración.

¿Qué habilita y qué niega esta línea telefónica?

En primer lugar, saca la problemática del ámbito pedagógico y lo ubica en lo meramente punible y, según el gusto del consumidor, judicializable.

En segundo lugar, quita toda potestad a la escuela, los directivos, los docentes para poder tener una palabra sobre dichas situaciones.

También desautoriza instancias superiores, como ser las supervisiones, porque, aunque se le haya pedido a través de la justicia que se establezca un protocolo que haga transparente el mecanismo que se seguiría, en todo caso continúa siendo un mecanismo puramente administrativo sin visión pedagógica de la situación y ajeno a la estructura del sistema.

Además alimenta la sospecha. Por ejemplo, de deficiencias edilicias, ¿quién sería el principal responsable del mantenimiento de los establecimientos estatales? En el descargo del Gobierno de la Ciudad se aclara que una comisión clasifica los llamados y canaliza la resolución al reclamo. ¿Se tomarán del mismo modo una denuncia sobre el mantenimiento de un establecimiento estatal que sobre uno privado? ¿Habilitaría que un conflicto se le presentara a un privado o la denuncia sería valorada de otro modo?

El bullying, como las agresiones en la escuela, merecen ser también abordadas desde lo pedagógico. Michael Moore en su documental “Amo al capitalismo” muestra el sistema de policía escolar que se aplica en algunos estados de los Estados Unidos y que también desarrolló España. Implementar una política de este tipo implica judicializar el ámbito escolar y encorsetar, limitar mucho, las posibilidades de educar en una escuela, ya que se las tensiona hacia un paradigma de contexto de encierro, carcelario.

Si bien toda agresión es condenable, y el hostigamiento lo es, demonizar estudiantes sólo lleva a acentuar mecanismos de exclusión.

Podemos imaginar lo que puede provocar la rivalidad entre chicos y familias en un barrio cuando se activa un instrumento de este tipo. Genera en los directivos la presión de resolver a toda costa la denuncia, pero no el problema.

En contra de lo que pretende el Componente 1 del Plan Nacional de Formación Permanente, que intenta fortalecer la autoridad pedagógica de la escuela y de los directivos y docentes a partir de una enseñanza contextualizada, esta “simple” línea telefónica barre con un siglo de organización escolar y la pone en un lugar de impotencia pedagógica.

Si los ‘90 nos dejaron la famosa imagen de la escuela comedor, la política macrista nos quiere llevar a una imagen del patio de escuela como campo de batalla, con padres/consumidores que no se vinculan con la escuela y los docentes de sus hijos, y en donde un grupo no especificado de burócratas decidirá sobre temas otrora pedagógicos.

Lamentable decisión de marketing”.