El ADN del Emprendedor: ¿Qué Hace la Diferencia Entre el Éxito y el Fracaso?
Por Federico Almada – Cofundador de Jano’s Eventos -
No hay manual. No hay fórmula mágica. Si alguien te dice lo contrario, está vendiendo humo. Emprender es caminar con convicción sobre terreno inestable, con más dudas que certezas y una mochila cargada de sueños que pesan... pero empujan.
Hace 12 años comenzamos con Jano’s Eventos con una idea clara: queríamos crear espacios memorables, donde cada evento fuera único, auténtico, con alma. No fue fácil. Como todo emprendedor, nos enfrentamos a mil obstáculos. Pero si hay algo que nos sostuvo fue entender que el verdadero diferencial está en el ADN emprendedor, ese intangible que no se aprende en un curso, pero sí se cultiva en la acción diaria.
¿Cuál es esa diferencia clave entre quienes logran sostener un proyecto en el tiempo y quienes quedan en el camino? Para mí, son tres cosas: pasión, flexibilidad y propósito.
La pasión es la chispa. La que te levanta a las 6 y te tiene mandando mensajes a las 12 de la noche porque se te ocurrió una idea para mejorar un servicio. La flexibilidad, en cambio, es la columna vertebral. Aprendí que lo que hoy funciona, mañana puede no tener sentido. Hay que adaptarse, reinventarse, cuestionarse. Jano’s no es igual a como nació. Creció, se transformó, y eso también nos transformó a nosotros.
Pero lo más importante es el propósito. Tener claro por qué hacés lo que hacés. En nuestro caso, se trata de acompañar momentos únicos en la vida de las personas. No vendemos salones ni fiestas. Vendemos experiencias que se guardan para siempre.
En este tiempo también entendí que el liderazgo no es mandar, sino crear contextos donde los equipos quieran dar lo mejor de sí. Que la competencia no es un enemigo, sino una referencia. Y que el fracaso no es una sentencia, sino una etapa más del camino.
Hoy, miro hacia atrás y siento orgullo No por lo que logramos solamente, sino por cómo lo hicimos. Con valores, con errores, con aprendizajes, y sobre todo, con un compromiso enorme con quienes nos eligen y con quienes nos acompañan dentro del equipo.
Emprender es un acto de fe. De confiar en algo que aún no existe. Pero si ese algo tiene alma, si responde a un deseo genuino y si lo sostenés con trabajo real… la diferencia entre éxito y fracaso deja de ser un misterio y ahí está el verdadero ADN del emprendedor.
Por eso estoy convencido en este camino, que lo mejor está por venir.