Opinión
martes, 09 de junio de 2020

La mirada de los otros: por qué los tratamientos post cuarentena estarán centrados en los ojos

Por la Dra. Dalina Ytques / Médica especialista en medicina estética  -M.N.: 98.127 –

@dradalinaytques

Dra. Dalina Ytques FOTO: WEB
Dra. Dalina Ytques FOTO: WEB

Seguramente, cuando la cuarentena pase recordaremos el encierro, el alcohol en gel, la ansiedad y el tapabocas. Dicho encierro no sólo nos sacó o escondió la sonrisa sino que resultó todo un símbolo de lo que nos viene sucediendo desde que se decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio en la Argentina.

Nuestra mirada cambió con la pandemia del Covid 19, ya no es la misma y todo el rostro estuvo –y aún está- involucrado en un proceso de stress, encierro, ansiedad, tristeza, miedo, cansancio y envejecimiento prematuro progresivo del cual deberemos ocuparnos para recuperar la tersura y alegría que el mismo expresaba. La mirada transmite muchas emociones y será importante que comencemos a planificar qué tipo de tratamiento convendrá realizar una vez que pase la cuarentena.

El envejecimiento resulta un proceso profundo que involucra no sólo la piel sino también los huesos, los músculos de la gesticulación y la grasa subcutánea, entre otros. Con el  estress que venimos acumulando durante estos meses se aceleró el deterioro  de los tejidos y con el paso del tiempo la mirada se fue tornando más triste, los cantos externos de los ojos se fueron cayendo, acentuando la expresión de emociones negativas. Con el encierro las ojeras se intensifican, se acentúan las arrugas del entrecejo, dando muestras de enojo y cansancio. Resulta importante que nuestro rostro no emita esas emociones negativas ante los otros y ante la propia mirada que nos devuelve el espejo. Verse bien es parte del proceso integral de sentirse bien. El cuidado personal toma protagonismo para recuperar el bienestar perdido.

Por todo esto, entendemos que una vez liberada la cuarentena aumentará la demanda de limpiezas faciales y tratamientos de nutrición y bioestimulación de la piel, como mesoterapia y plasma rico en plaquetas, o regeneración con peeelings o láser antiage. También tendrá un rol protagónico el tratamiento con toxina botulínica para suavizar las arrugas de expresión, sobre todo en el tercio superior, ya que la mirada es lo que actualmente queda más accesible al contacto con la gente utilizando el tapabocas. También, por qué no, se buscará resaltar la sensualidad de los labios, en busca de un reencuentro pasional.

Un abanico de posibilidades

Es por esto que algunas de las alternativas sugeridas para volver a tener un rostro y una piel renovadas post cuarentena son:

·      Aplicacion de bótox en el tercio superior del rostro para recuperar la mirada y suavizar aquellas arrugas que tienen que ver con la expresión.

·      Tratamiento de ojeras con ácido hialurónico, y cremas despigmentantes o reductoras de bolsas.

·       Lifting 3D con ácido hialurónico para el tratamiento del contorno y la estructura del rostro, mediante la remarcación de los pómulos y región temporal.

·       Aplicación de láser para tratar el fotoenvejecimiento, quitar manchas y acelerar la regeneración de la piel

·       Aplicación de PRP (Plasma Rico en Plaquetas), para bioestimular y recuperar su elasticidad estimulando la producción de elastina y colágeno.

·       Mesoterapia regenerativa con ácido hialuronico, peptidos, vitaminas, minerales y oligoelementos.

Es importante resaltar la necesidad de un buen diagnóstico y asesoramiento médico al momento de realizar cualquier tratamiento estético.  Escuchando cual es la necesidad del paciente y junto al criterio medico pautar un plan de tratamiento personalizado

De acuerdo a los tiempos que se vienen se irán solicitando estos tratamientos de a poco, progresivamente y con los protocolos de sanidad que ya se están trabajando en todos los centros médicos y de estética.

Si bien fue importante cuidarse durante la cuarentena, seguramente será motivador apuntar al rejuvenecimiento de  todo el rostro, en especial la mirada, donde concentramos emociones, estados de ánimo, ilusión o cansancio, y donde conectamos con la mirada del otro,  estando los labios y nariz ocultos en el tapabocas.