Política
jueves, 09 de junio de 2016

Vagones para mujeres: ¿prevenir o segregar ?

Por el Legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Pablo Ferreyra –Bloque FpV -

Legislador Pablo Ferreyra FOTO: WEB
Legislador Pablo Ferreyra FOTO: WEB

En el día de hoy tomó estado público un proyecto de ley que exige el establecimiento de vagones exclusivos para mujeres, con el objetivo de evitar las situaciones de abuso y acoso sexual de las cuales son víctimas cotidianamente.

Pese a que no dudo de las buenas intenciones de la Diputada Ocaña, no se puede leer el problema del acoso sexual hacía las mujeres en los lugares públicos, entre ellos los medios de transporte, como una cuestión que puede ser prevenida y revertida con propuestas que creen ámbitos exclusivos, segregando a las potenciales víctimas de los abusos sufridos a diario.

Como sabemos la violencia hacia las mujeres, entre ellas el acoso u abuso sexual, suele poner en el ojo de análisis la conducta de las propias víctimas. Pretender  “proteger”  a las mujeres de los abusos aislándolas es una muestra más de ello, y demuestra ser un verdadero error de enfoque.

En tal sentido, ¿podemos representarnos qué pasaría con aquellas mujeres que, existiendo los vagones exclusivos propuestos por la Diputada, decidan viajar en los vagones mixtos y sean víctimas de acoso o abuso sexual? Sí, podemos: serán señaladas como culpables de los abusos padecidos, del mismo modo en que son señaladas por la ropa que utilizan, la forma en la que se maquillan o los lugares a los que concurren.

Lo que hoy y siempre está en discusión cuando nos referimos a la problemática del acoso callejero, es la posibilidad de apropiación de los espacios públicos por parte de uno u otro género. En este sentido, creo que medidas como la propuesta, tienden a ser contraproducentes porque sectorizan aún más los espacios, señalando en qué lugar sí se puede acosar y en qué lugares no (porque no hay hombres que pudieran hacerlo).

En temas tan sensibles, donde la estigmatización está a la orden del día, es necesario dejar claramente asentado que la solución debe ser integral, apuntando a la prevención de las conductas, a la educación de aquellos que pueden transformarse en potenciales victimarios y en brindar a las víctimas las herramientas necesarias para enfrentar estas situaciones y empoderarse frente a las mismas.

En este sentido, presentamos hace un año en la Legislatura un proyecto que está siendo tratado en la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud,  que tiene como principal objetivo prevenir y sancionar el acoso sexual, verbal o físico producido en espacios públicos o de acceso público. Proponemos medidas transversales a diversas competencias del Estado, que implican la realización de campañas de difusión para visibilizar una temática que, si bien es aceptada socialmente, atenta contra la integridad, la libertad, la dignidad y el libre tránsito de las mujeres.

Estas conductas no suceden sólo en los medios de transporte. Suceden, día a día en todos los lugares públicos o de acceso público, de ahí la importancia de que su tratamiento sea integral y no sesgado y segregativo.