“La ilegalidad destruye nuestro mercado”
Por Horacio Pérez – Titular de la Cámara del Autotaxi de la Ciudad de Buenos Aires -
En nuestro anterior editorial -“Tarifa Cuidada”, publicada en mayo del corriente- nos preguntábamos porqué desde hace casi un año se observa un marcado desinterés por entrar al mercado del taxi, y porqué los propietarios de más de una unidad que tienen años de pertenencia al gremio comenzaron a vender sus vehículos y licencias.
Como respuestas encontramos algunos tópicos interesantes que queremos compartir con ustedes.
La primera conclusión a la que arribamos es el deterioro en la tarifa frente a la escalada inflacionaria. Esto es una realidad. La tarifa de los taxis resulta poco competitiva frente a transportes subsidiados por el Estado Nacional.
El segundo tópico tiene que ver con la situación laboral y de hábitat de los trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires.
Según la Dirección General de Empleo de la Ciudad en su reciente trabajo “Panorama laboral de la Ciudad de Buenos Aires”, a las casi 3 millones de personas que residen de manera permanente en CABA, se suma que el 48% de los que trabajan en la ciudad viven fuera del distrito.
Además, una porción de puestos de trabajo del Conurbano lo ocupan trabajadores que residen en la Ciudad, unos 227.000 empleos son ocupados por porteños.
Toda esta gente que vive en el conurbano y trabaja en Capital Federal -o viceversa- se traslada mayoritariamente en autos particulares, colectivos, trenes, combis, taxis y remises.
A simple vista podríamos pensar entonces que un taxi y un remís compiten por el mismo público, pero nada esta más lejos de la realidad.
En un principio, años atrás, el remís fue un servicio “diferencial", puerta a puerta, caracterizado por autos de alta gama, choferes de saco y corbata, algunos con conocimientos de idiomas, que eran utilizados por ejecutivos de empresas, en eventos especiales, transportando turistas y personas cuyo poder adquisitivo lo permitiera.
En la actualidad, según SACTA, hay 305 agencias de remises habilitadas y 1994 autos -en promedio 6,5 autos por agencia. Y en Capital Federal circulan 39064 taxis habilitados, lo que permitiría la coexistencia de ambos servicios sin problemas.
Pero según lo publicado en el diario Clarín en su nota del jueves 14/08/2014, “la mitad de las agencias de remises [en Capital Federal] no están habilitadas"correctamente.
Y este dato nos lleva al tercer tópico que compartiremos con ustedes y a una desafortunada conclusión final.
En la nota referida dice: “En los años noventa, de la mano de la crisis económica, mucha gente que perdió su empleo usó la indemnización para comprarse un auto y trabajarlo como remís. Así, creció exponencialmente la cantidad de agencias de escala barrial. Pero ese nuevo mercado se caracterizó desde siempre por su informalidad. Autos viejos, agencias que funcionan con menos de los 5 vehículos que se piden como mínimo para la habilitación, o sin garajes contratados para guardarlos"(nuestra cursiva).
Además, como la tarifa se fija libremente, cada una busca bajar los costos como sea.
Siempre según Clarín, “de las 291 agencias inspeccionadas desde marzo por la Subsecretaría de Tránsito y Transporte y la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad, 156 (el 53,6%) no contaban con la habilitación legal ni del local ni de los vehículos. En tanto, otras 72 (24,7%) tenían la habilitación pero no cumplían con algunos de los otros requisitos legales. Solo 63 (el 21,6%) tenían todo en regla”.
En la misma nota hay una declaración de Alberto Coppari, presidente de la Cámara Argentina de Agencias de Remises (CAAR), quien dice que “debe haber no menos de 15.000 [remises] circulando sin habilitación”.
Si los entes de regulación del transporte obtuvieron estos resultados haciendo inspecciones diurnas, en días laborables y en locales a la calle, ¿qué sucedería si las realizaran en horario nocturno los viernes, sábados y domingos?
¿Que sucedería entonces si inspeccionaran las inmediaciones de las estaciones de Liniers, Constitución y Once?
De acuerdo a estos datos observamos que primero no les cierra el blanco: no es posible que una agencia subsista, pague el alquiler, empleados, teléfono comercial, impuestos, AFIP, cargas sociales, cinco cocheras, etcétera, y que además tenga rentabilidad con el producido del 20% de comisión por viaje de 6,5 autos, que es en promedio lo que cada agencia habilitada tiene.
Indudablemente el negocio son los 15.000 remises que circulan ilegalmente, sin habilitaciones ni seguros que cubran a los terceros transportados, ni inspecciones técnicas, ni las medidas de seguridad básicas, y cuyos choferes no poseen ni siquiera registro profesional de alguna de las categorías que les permitirían ejercer su oficio, y esto está arruinando el mercado del taxi.
Hace un par de años, los taxistas realizábamos alrededor de 38 viajes diarios. Hoy sólo efectuamos 25 en el mejor de los casos.
No creemos que la respuesta sea la situación económica ya que el mismo matutino antes citado publica el 3 de octubre de este año: “Mantener un auto nuevo sale $5.000 al mes y ahora conviene moverse en taxi”.
Como conclusión, es más que obvio que además de existir una tarifa deteriorada hay una competencia ILEGAL que ejerce el mercado de los remises truchos, que no sólo pone en riesgo a los pasajeros sino que hace que en la actualidad tengamos 10.000 autos parados, que haya desaparecido el doble turno para choferes, y que invertir más de $ 400.000 en armar un taxi - con la actual rentabilidad y en estas condiciones - no sea atractivo para nadie.
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