La Abadía de Santa Escolástica ofrece delicias para celebrar la Navidad

La Abadía de Santa Escolástica ofrece delicias - son productos elaborados por monjas de clausura -para celebrar la Navidad y las fiestas de fin de año. Las distintas elaboraciones - Pan dulce, Stollen, etc. – se pueden adquirir en el local de la Abadía de Santa Escolástica: Martín Rodríguez 547 – Punta Chica/ Provincia de Buenos Aires – Teléfono: 4725-2829 y en su local del Pasaje Libertad, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Libertad 1240 P.B. Local 19.  Teléfono: 4519-8016.

buenosairesinforma.com reproduce texto difundido sobre la Abadía de Santa Escolástica:

“Llegan las fiestas de fin de año y es hora de pensar en la mesa navideña. Es en ese momento en que el Pan dulce de la Abadía de Santa Escolástica se impone entre los gourmets, que lo eligen no sólo por su calidad sino también por sus precios moderados. Lo elaboran las monjas de clausura de la Abadía Benedictina de Santa Escolástica, en Punta Chica, Victoria, y ha alcanzado una bien merecida fama, a tal punto que las religiosas debieron abrir un local de venta en el Pasaje Libertad (CABA) porque en el convento no daban abasto.

El producto estrella sigue siendo el “Pan dulce de la Abadía”, cuya receta es un misterio que se pierde en el tiempo, pero quienes lo han probado aseguran que es exquisito, gracias a su elaboración enteramente artesanal y al uso de ingredientes de primerísima calidad. A esta originalidad se agrega la textura húmeda y esponjosa debido a la abundancia de frutas. 

El Pan dulce se presentan en cuatro tamaños -1 kg, 1/2 kg, 1/4 kg y 150 g- y con diversos rellenos: frutas glaseadas y secas, coñac, pasas rubias, ananá, higos, ciruelas, damascos, naranja, cerezas al marraschino, nueces, almendras, avellanas y castañas de cajú.

Pero está también el Pan dulce de la Abadía con relleno de frutos secos: nueces, almendras, avellanas, castañas de cajú; o con frutas glaseadas y secas y relleno de helado. También es muy requerido el Pan Dulce con copitos de chocolate, sin frutas y con pedacitos de chocolate.

Otra variante es el tradicional Stollen, típico pan dulce alemán, de masa especiada rellena con crema pastelera, ciruelas remojadas en rhum y chips de chocolate. Entre los niños, cada año ganan más adeptos las galletitas de Navidad, en diversos sabores, diseños y tamaños.

Las monjas ofrecen, además, una gran variedad de productos: Panforte di Siena, turrones, mazapanes, bombones elaborados con chocolate belga, variedad de alfajores y de galletitas finas, trufas, marrón glasé, ciruelas rellenas con dulce de leche bañadas en chocolate belga, tortas inglesas, galesas, de dátiles, de frutos secos, figuras de chocolate en diseños exclusivos, cup-cake con decoración navideña, ideal para alegrar la mesa de los más chicos.

Asimismo ofrecen una amplia gama de pesebres, adornos navideños, artesanías religiosas, medallas, tarjetas, estampas, dulces y licores.

Precios de algunos productos

Pan dulce con chips de 150 Gr. $150

Pan dulce 1/4 K Abadía o Frutos secos $265

Pan dulce 1/2 K Abadía o Frutos secos $450

Pan dulce 1 K Abadía o Frutos secos $750

Stolen especial $360

Panforte di Siena grande $350

Torta inglesa chica en lata $320

Torta galesa grande en caja $360

Torta inglesa grande en caja $380

Rosca de chocolate $430

Torta galesa grande en lata $435

Torta inglesa grande en lata $450

Medallón de arándanos $120

Bolsita bocaditos $220

Turrón Gde. maní $235

Turrón Gde. almendras/avellanas $290

Turrón Gde. frutillas/arándanos $365

Turrón Gde. yema $320

Turrón Gde. yema y cereza $340

Un Pan dulce con historia

Existen distintas leyendas sobre el origen del Pan Dulce. Una de ellas dice que el panettone nació una Nochebuena en la corte de Ludovico, el Moro, señor de Milán desde 1494 a 1500. Dicha leyenda cuenta que el Duque celebró la Navidad con una gran cena, llena de deliciosos platos dignos de la riqueza de la corte milanesa.

El postre iba a ser el final de tan lujoso banquete, pero, en el momento de sacarlo del horno, el cocinero se dio cuenta que se había quemado. Todos se preocuparon en la cocina de Ludovico, pero un lavaplatos, llamado Antonio, que había utilizado las sobras de los ingredientes para amasar un pan dulce y llevárselo a su casa, propuso servir su pan como postre. Así lo hicieron.

El postre tuvo tanto éxito que Ludovico preguntó al cocinero quién lo había preparado y cuál era su nombre. El cocinero presentó al joven Antonio, quien confesó que ese postre todavía no tenía nombre. El señor entonces decidió llamarlo “Pan de toni”, que con los siglos se convertiría en Panettone y pronto se expandió por el resto de Italia, Europa y América.

Todos estos productos podrán adquirirlos en el local de la Abadía de Santa Escolástica: Martín Rodríguez 547 – Punta Chica – Tel: 4725-2829 – y en su local del Pasaje Libertad, en Buenos Aires: Libertad 1240 P.B. local 19.  Tel 4519-8016”.